'El fútbol es la cosa más importante de las cosas menos importantes'


miércoles, 23 de marzo de 2011

La 'culpa' la tuvo el fútbol.

No hablaré de fútbol.
Lo que acabáis de leer, en realidad, es una verdad a medias. Ninguna de mis palabras irá dedicada a nada de lo que sucede sobre el césped. Tampoco a ninguna de las personas que suelen protagonizar el día a día del deporte rey. No, hoy no.
Hoy mis protagonistas son otros.
Los conocí hace seis meses. En octubre apenas sabía quienes eran unos y quienes eran otros. Sólo eran caras sin nombre, sin significado. Me cruzaba con ellos, ellos conmigo...y la historia moría ahí. Quizás con el paso del día, hubo algún que otro intercambio de sonrisas o de varios 'adiós'. Nada más.
Pero enero lo cambió todo. Aquellos desconocidos para mí hasta entonces empezaron a ser alguien. Recuerdo que en algún momento de mi vida -ahora intento olvidar en qué instante sucedió- alguien me dijo que no esperar encontrar amigos en el periodismo. Que esta profesión estaba muy lejos de guardar un rincón para una palabra tan importante y frágil como esa. Digo que intento olvidar aquel instante porque las personas de las que os hablo hoy han acabado por demostrarme que ese alguien mentía.
Vale, es verdad. No los conozco de toda la vida. Y tampoco es que haya compartido demasiados momentos con ellos fuera de la redacción (aunque las salidas nocturnas post-partido con plátanos y pepinos incluidos sigan muy presentes). Pero desde hace tres meses se encargan de llenar mis días de cariño. Cada uno de ellos tiene su forma especial de demostrármelo, y a veces no saben el bien que me hacen. Porque a veces ayudan a que los días malos dejen de serlo.
Y las personas -que todavía tenemos tanto que aprender- a veces nos olvidamos de agradecer lo que los demás, consciente o inconscientemente, hacen por nosotros. Olvidamos que, en ocasiones, deberíamos hablar mucho más de lo que callamos.
Olvidamos que, en cualquier sitio, y en los momentos más inesperados, siempre hay alguien que merece que les sea devuelto todo el cariño que regalan.
Alguien como ellos.
El fútbol no sólo fue el culpable de que sea periodista. También tuvo la 'culpa' de que tuviera la enorme suerte de cruzarme con personas a las que, a mí manera, quiero mucho. Supongo que lo saben, y sino, estoy yo para recordárselo.
Javi, Giraldo, Dídac, Jordi, Gerard, Xavi y demás.
Gracias.

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