A falta de cuatro días para la final de Wembley, alguien, un buen amigo, me dejó un 'regalo' en el diario en el que ambos trabajamos. Le llamo regalo porque siempre me gustó mucho Michael Laudrup, y porque ver a Leo Messi en acción es indescriptible. Y, por ello, quiero dejarlo plasmado aquí.
[Autor: Dídac Peyret. SPORT. Martes, 24 de mayo de 2011]Laudrup personalizó la elegancia del ‘Dream Team’ de Cruyff y Messi es el mejor portavoz en elcampo del Pep Team. Un jugador de leyenda.
Un genio es imposible de describir. Es puro instinto. Así son los futbolistas que nacen tocados por una varita. El talento puro no se enseña. Tiene algo de irracional. Por eso los seguidores los eran como si de un dios de tratara. Del ‘Dream Team’ al Barcelona actual han pasado por el Camp Nou buenos futbolistas, grandes jugadores y genios irrepetibles. Michael Laudrup y Leo Messi forman parte de este último grupo. El danés fue una pieza clave del ‘Dream Team’. Nadie envolvía mejor los pases. Era un visionario único. Sólo él era capaz de ver un hueco invisible, una opción de pase, un proyecto de gol, entre un montón de piernas.
El Camp Nou no tardó en considerarlo uno de los suyos. En las primeras gradas era habitual ver una pancar ta que rezaba “Enjoy Laudrup”. En el vestuario del también encajó de buenas a primeras. Siempre fue buen considerado por el sector vasco. Se acercó a Koeman y Guardiola. Hizo buenas migas con Nadal. Los tres jugaban a menudo al parchís.
Laudrup fue una pieza clave como
falso nueve; Messi ha cogido su
relevo y ha llevado al Barça a otro nivel.
Laudrup era un tipo tímido. De carácter nórdico. Pero los que lo conocieron de cerca aseguran que cuando ganaba confianza se soltaba. A ‘Michelino’ le divertía el fútbol pero lo vivía de forma liviana. Sin obsesiones. Era habitual oírle decir que colgaría las botas más pronto que tarde. Disfrutó del ‘Dream Team’ y sufrió a Cruyff. También aprendió mucho del holandés.
Johan le hizo un hueco como falso nueve. En el mejor ‘Dream Team’, Laudrup era uno de los gestores del fútbol total. Por sus botas se filtraban la mayoría de jugadas del Barcelona. Pocos tenían tanta sensibilidad en los pies. Anunciaba un pase a la izquierda y entregaba una asistencia a la derecha. También era desborde. La croqueta era sinónimo de espectáculo. Jugada ‘Made in Laudrup’. Pero Cruyff siempre quería más. A menudo se acordaba del danés en la rueda de prensa. “Defiende poco, debe marcar más goles, se esconde”, se escuchaba a menudo.
En Wembley salió en el once y se acordó de su pasado en Italia. En la Juve, donde nunca disfrutó del fútbol. Frente a un equipo que incomodó muchos minutos al Dream Team. Luego llegaría el gol de su gran amigo Koeman. Johan siempre tuvo a Laudrup por un escogido, así que siempre le exigió más que a los otros. Lo tensó para sacar lo mejor de él, hasta que el danés dijo basta. “No lo aguanto más”, dijo. Laudrup avisó y luego se fue al Madrid abriendo muchas heridas en el barcelonismo. 17 años más tarde, el danés sonríe cuando ve al Barcelona actual. “Lo que hizo el Dream Team fue cambiar radicalmente la historia de este club y por eso es un equipo tan especial, pero este Barcelona es mejor y tiene a Leo”. Lo sabe bien el danés: Messi es otra cosa. Tiene algo antinatural. Desde hace tiempo juega en otra liga. En la de los Maradona, Cruyff, Pelé y compañía. ‘La Pulga’ se encarga de recordarlo a menudo con jugadas irrepetibles de la historia del fútbol, empezando por el gol maradoniano en Getafe.
Desde su presentación en sociedad en el Gamper, ha ido subiendo peldaños. No se recuerdan cifras goleadoras como las suyas. Con solo 23 años ya sabe lo que es ganar dos veces la Liga de Campeones, saborear cinco veces el título liguero y recoger el Balón de Oro en dos ocasiones. Es el coleccionista de récords.
Pep ha logrado sacar su mejor versión. Como falso nueve. Sin ataduras. Leo es el inicio y final de las jugadas. Es el mejor mediocampista. Un delantero letal. Y el mundo futbolístico asiste asombrado al espectáculo. Para Wenger “lo que hace en el campo es arte”. Guardiola asegura que “alguna vez contaré a mis nietos que entrené a Messi”. Xavi cree que “un jugador así sale cada 25 años”. Del Bosque destaca que sigue jugando como un potrero en las calles de Argentina. “Cuando Messi dice: dame la pelota que yo resuelvo esto, es imparable. Es como si jugase en la calle driblando a todos”. Incluso Maradona ya sabe que Messi está en disposición de coger su relevo. En Wembley vivirá de nuevo una reválida. Un partido grande. De esos que tanto le gustan. “Mis palabras me las guardo para el día 29”, dijo hace unos días y el Camp Nou gritó amén.
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